BUEN PATOJO

Perspectiva: tener 24 años, tomarse sesenta pastillas de diferentes colores y formas, luego sentarse en el balcón a ver el amanecer.

El otro día me dijeron el mejor piropo que me han dicho en mi vida, me dijeron que era un buen patojo, imagínense, en mi vida me han dicho de todo, menos eso. Luego me puse a pensar en todas las mierdas que he hecho a lo largo de mi vida, que son bastas y divertidísimas, pero que no caben dentro de la concepción de lo que un buen patojo debería ser. ¿Qué significará ser un buen patojo? No presumo de saber la respuesta, nunca fui uno, yo era de esas personas que según los cánones pre-establecidos, debe parar mal.

¿Qué es parar mal?

Si la concepción de parar mal es la morir, entonces todos vamos a parar mal, todos vamos por mal camino.

La cosa es que cuando me dijo eso, no supe que decirle, le pelé los camanances y seguí tomando mi té.


Me encanta leer el periódico, no sé, me divierte muchísimo ver las perspectivas, en mi trabajo anterior recibíamos todos los periódicos que salen en el país, a mí me gustaba comparar titulares, eran exactamente las mismas noticias, solo que con ángulos totalmente distintos.

Recorté este pedazo de noticia, mi scanner se arruino, entonces vos transcribir su parte conducente.

“EL JUEVES 27 DE AGOSTO PASARÁ A LA HISTORIA CULINARIA DE GUATEMALA, LUEGO QUE LA UNIÓN DE MILES DE CHEF GUATEMALTECOS SE UNIERAN PARA LOGRAR IMPONER UNA NUEVA MARCA MUNDIAL Y SUPERAR EL RECORD ANTERIOR DE 1,028 PLATILLOS.

Días más tarde encontré esta otra:

“La hambruna afecta a cuatro departamentos de Guatemala por la destrucción de un 90 % de los cultivos de maíz y frijol en zonas con índices altos de pobreza, abarca ya a otros seis en el noroeste del país”

A veces no entiendo la forma de proceder de los guatemaltecos, no me excluyo. En mi nefasta novela anterior, hice la siguiente alusión:

En 1967 le entregaron el Nobel de literatura por unanimidad al señor Miguel Ángel Asturias. Actualmente (2009) en Guatemala el índice de analfabetismo ronda el 30 por ciento de la población guatemalteca.

En 1993 le fue entregado el premio Nobel de literatura a Rigoberta Menchú en reconocimiento a su trabajo por la justicia social y reconciliación etno-cultural basado en el respeto a los derechos de los indígenas. El conflicto armado interno duró 30 años, desde 1960 hasta 1996.

Traduciendo: Guatemala tiene un nobel de la paz, pero también tuvo 30 años de guerra, un nobel de literatura, y el 30 por ciento de su población no sabe leer, ni escribir; y recientemente fue galardonada con la marca mundial en diversidad de platillos, y hay hambruna en más de seis departamentos del país.

Si verdad, todo es cuestión de perspectiva.